La obesidad puede ser una de las tantas causas de infertilidad por las alteraciones hormonales que produce, interfiriendo en la concepción y en el desarrollo del embarazo. El Dr. Alejandro Manzur, especialista en medicina reproductiva de Fertilidad Monteblanco, indica cómo esta condición se relaciona, además, con la insulino resistencia e hiperandrogenismo, favoreciendo la diabetes mellitus tipo II.

La obesidad en las mujeres tiene una directa relación con el factor ovulatorio, especialmente la obesidad central o androgénica (tejido adiposo en la cintura), pudiendo alterar la ciclicidad de las menstruaciones hasta llegar a la anovulación con ausencia de menstruaciones o amenorrea, explica el Dr. Alejandro Manzur, ginecólogo especialista en medicina reproductiva de Fertilidad Monteblanco.
“La condición de obesidad central, a su vez, se asocia a insulino resistencia e hiperandrogenismo (exceso de hormonas masculinas), lo que dificulta aún más la posibilidad de embarazo espontáneo y favorece la condición de prediabetes y diabetes mellitus tipo II”, advierte el profesional.
Impacto de la obesidad en mujeres
- Las pacientes obesas tienen una menor fecundidad que las mujeres normopeso de igual edad, esto quiere decir que, por cada ciclo de exposición a embarazo, la chance de lograrlo es menor y la posibilidad de abortar en forma espontánea es mayor.
- El embarazo en pacientes obesas reviste un factor de riesgo adicional donde es más frecuente el desarrollo de diabetes gestacional, parto prematuro secundario a macrosomía fetal (feto grande para edad gestacional), cuadros hipertensivos y complicaciones post parto, como hemorragia, infecciones y mayor incidencia de cesárea.
Efecto en los hombres
- La obesidad masculina, sobre todo extrema o mórbida, puede afectar la producción de espermatozoides, tanto en su cantidad como en su calidad (motilidad, morfología).
- Los hombres en dicha condición también tienen mayor prevalencia de disfunción eréctil y suelen exhibir niveles bajos de testosterona, lo cual también afecta su función sexual y energía vital.
Obesidad y tratamientos de reproducción asistida
El Dr. Manzur advierte que los tratamientos de reproducción asistida evidentemente se ven afectados por la obesidad, sobre todo materna, debido a:
- Son pacientes que, por su mayor volumen de distribución (secundario al sobrepeso), requieren dosis más altas de inductores de ovulación (hormonas inyectables) y su respuesta suele ser menor.
- También hay una mayor dificultad en la extracción de ovocitos y puede haber menor nitidez en las imágenes de ultrasonido.
- En pacientes con obesidad y síndrome de ovario poliquístico, la calidad de los ovocitos obtenidos puede también verse afectada.
- Las pacientes obesas pueden tener una menor tasa de implantación en transferencias embrionarias, aludiendo a un factor también endometrial asociado a la obesidad.
Recomendaciones
- Procurar tener un peso aceptable para la estatura (índice de masa corporal menor a 25 sería óptimo; sino, al menos, menor a 30) al momento de exponerse a embarazo.
- Si hay sobrepeso importante en un escenario de buena reserva ovárica y la mujer no tiene una edad reproductiva avanzada (mayores de 40 años, por ejemplo), invertir tiempo en cambiar hábitos alimentarios consultando a nutricionista, realizar ejercicio sistemático (no esporádico), de preferencia aeróbico y lograr bajar de peso en forma paulatina, más que brusca.
- Muchas veces en este proceso de baja de peso se restablecen ciclos ovulatorios y se logran embarazos espontáneamente. “Cuando el tiempo apremia (mujeres con baja reserva ovárica o mayores de 40 años), a veces es necesario estimular ovulación para captación ovocitaria, vitrificar los ovocitos como tales o como embriones, y diferir la transferencia embrionaria para cuando la paciente haya logrado una baja de peso sustantiva. Basta con perder el 5% del peso basal para tener un impacto considerable en los resultados”, afirma el Dr. Manzur.
- La cirugía bariátrica debe ser entendida como el último recurso para pacientes con obesidad mórbida refractarias a tratamientos convencionales. Posterior a dicha cirugía se recomienda un mínimo de un año antes de exponerse a embarazo, hasta lograr estabilización de peso y condiciones metabólicas adecuadas, por lo tanto, está muy lejos de ser la solución para la mayoría de las pacientes en edad reproductiva con deseo de embarazo.